No todo podía ser tan fácil
Si has llegado hasta aquí, estarás pensando que la cura del cáncer ya se ha descubierto, pero esto no es del todo así. La verdad es que la viroterapia oncolítica, aunque se postula como un tratamiento esperanzador contra el cáncer, presenta muchas limitaciones, y son pocos los tratamientos que están en vigor actualmente. Estas limitaciones se deben a que no es lo mismo conseguir resultados exitosos en el laboratorio, en el que se tratan células aisladas o ratones, que trasladar estas terapias al cuerpo humano.
Cuando se inocula un virus oncolítico a un paciente, en primer lugar, este se encuentra con múltiples barreras físicas que le dificultan llegar al tumor. Los virus se diseminan muy bien en capas de células, pero no en masas sólidas como son los tumores, por lo que se ha de priorizar, siempre que sea posible una administración intratumoral del virus, es decir, que el virus se inocule directamente en la masa tumoral. Además, el sistema inmune reconoce el virus en cuanto es inoculado y lo destruye rápidamente. Por eso, en muchas ocasiones, se deben suministrar inmunosupresores a los pacientes, para evitar que el sistema inmune del huésped destruya el virus.
Por otra parte, se piensa que estos virus pueden llegar a provocar la enfermedad que causaban los virus nativos no modificados. Esto se debe a que cuando el virus se replica en el interior de las células tumorales, se pueden generar mutaciones en su material genético que provoquen que adquiera virulencia de nuevo.
Como veis, no es tan fácil poner en práctica esta terapia, pero cada día está avanzando más y, actualmente, ya hay en el mercado algunos tratamientos exitosos que, por ahora, están presentando resultados muy esperanzadores. Además, se ha visto que si esta terapia se combina con otras convencionales, como la quimioterapia, aumenta significativamente el poder terapéutico de estos agentes.
Viroterapia Oncolítica 